Los adultos no sabemos muchas veces gestionar nuestras
emociones lo que hace que, difícilmente sepamos gestionar las de
nuestros hijos. No es una tarea sencilla pero tampoco es imposible. A
veces lo único que necesitamos es tener personas que nos orienten y
expliquen.
Las emociones
nos acompañan en cada paso que damos, las llevamos tan interiorizadas
que en ocasiones resulta complicado darse cuenta de ellas. Si nos
fijamos, ante la pregunta ¿cómo te sientes? Tendemos siempre a
contestar, ¡bien! ¡Muy bien! Pero.. ¿Realmente es así? Tenemos un
vocabulario muy rico en emociones y en general se tiende a dar una
respuesta vaga y positiva.
Las
emociones están presentes en el ser humano desde que nace y todas ellas
son necesarias y adaptativas. Hay emociones que aparecen con más fuerza
a unas edades que en otras. Así por ejemplo el miedo a los desconocidos
aparece entre los nueve meses y los dos años, la frustración entre los
dos y tres años (por el hecho de no ver satisfechos todos mis deseos,
porque quieren hacer todo solos y no les sale…) el miedo a la oscuridad
en torno a los cinco, el orgullo en la etapa preescolar por el logro de
hacer las cosas por sí mismo, la envidia hacia los siete años cuando
comienzan a compararse con sus compañeros o la culpa también en esta
etapa de primaria, la vergüenza es más evidente en la preadolescencia y
el sentimiento de soledad en la adolescencia.
La
familia es el lugar donde se establecen los primeros vínculos,
relaciones y emociones. Los padres son para los niños sus modelos y
guías, por ello es fundamental que cuando hablamos de educar en
emociones los padres sean los primeros en saber identificar las suyas
propias, las expresen y aprendan a regularlas. De nada sirve enseñar a
mi hijo a no expresar el enfado gritando si en realidad yo siempre actúo
de esa manera.
La
inteligencia emocional es la capacidad de entender, tomar conciencia y
manejar nuestras emociones y las de terceras personas. A raíz de esta
definición nos asalta otra pregunta ¿qué son realmente las emociones? La
emoción es básicamente un sentimiento privado caracterizado por la
expresión o manifestación de respuestas somáticas y autónomas
específicas. Igualmente, pueden considerarse un conjunto de acciones
para defenderse o preparar el ataque ante posibles amenazas.
En
su momento Charles Darwin describió las 4 emociones primarias que
consideraba que eran innatas al ser humano: cólera o ira, alegría, miedo
o tristeza. Posteriormente, en lo que algunos autores denominaron
secundarias, se describieron otras 4 cuatro emociones más: amor,
sorpresa, vergüenza y aversión.
La
inteligencia emocional se puede trabajar y desarrollar en clase, así
como en el ámbito familiar, igual que ocurre con otros tipos de
inteligencia como la lingüística, la espacial o la kinestésica.
A
continuación os enumeramos una serie de actividades que hemos llevado a
cabo en las aulas verde y azul de la Escuela Infantil El Parotet:
- Presentación de Monstri
- Trabajo y lectura del cuento El monstruo de colores
- Rincón de la Calma en el aula
- Mural de la Alegría
- Expresiones faciales mediante fotografías reales
- Expresiones faciales mediante BITS de inteligencia
- Cuentos sobre la Tristeza y la Alegría.SM
- Actividades con el espejo
- Juego con cara cambiante
- Bote de la calma
- Reconocimiento de situaciones de enfado y rabia
- Trabajo en la canalización de la rabia
- Sesiones de relajación
- Sesiones de expresión de sentimientos en la asamblea.
Los objetivos que se plantean de forma general en el proyecto de las emociones para el próximo trimestre, son los siguientes:
- Reconocer Expresiones faciales de enfado y miedo.
- Experimentar las diferentes emociones del día y a día y ser capaces de controlarlas.
- Sentir empatia por nuestros iguales y reconocer en ellos sentimientos y emociones.
- Reconocer imágenes que representan dichas emociones.
- Diferenciar entre situaciones que producen emociones diferentes.
- Asociar la emoción del miedo con momentos puntuales y aislados.
Esperamos
que esto os sirva de ayuda e incluso seáis capaces de plantear el
trabajo de las emociones desde casa, con una metodología similar, que
nos permita aunar esfuerzos entre la escuela y la familia. De esta forma
la asimilación de los conceptos, así como la adquisición de ideas nos
permitirán tener una regulación emocional correcta. Este es el primer
paso cuando se habla de regulación emocional. Identificar cómo nos
sentimos hará que nos conozcamos mejor, de esta forma nuestro modo de
actuar tendrá un sentido y podremos modular mejor nuestras expresiones
de la emocion, siendo capaces de hacer lo mismo con nuestros hijos.
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